¿Dispuesto a vivir?

Vivir significa enfrentarse a la vida. Reir, discutir, sentir. Enfadarse y alegrarse. Opinar. Aceptar y rechazar. Vivir comprende un término base: luchar. Desear no morir. Querer seguir adelante siempre. Vivir significa querer vivir bien. No dejar que el tiempo pase y morir deprimido. Intentemos hacer que nuestra vida sea mejor. Hablemos... No sé, ¿de vivir?

miércoles, 2 de marzo de 2011

Sonríe

Sonreír es una de las cosas que podemos hacer a lo largo del día para sentirnos mejor y, aún más importante, hacer que el resto de personas se sientan bien. Es como mínimo sorprendente que un gesto tan sencillo de realizar a primera vista tenga unas implicaciones psicológicas tan grandes.

El cómo nos dirigimos a otras personas es clave a la hora de desarrollar relaciones personales con ella, sin embargo, en la sonrisa como herramienta para comunicarse radica el problema. Sonreír no es fácil y la forma en que hagamos el gesto y cuando lo hagamos son clave. Sonreír todo el día podrá hacer que la gente no te tome en serio, mientras que si estás sin hacerlo la gente puede llegar a preocuparse por ti. He aquí la clave del tema: ¿Por qué cojones una sonrisa hace tanto? No puedo comprender por qué el hecho de sonreír es capaz de hacer que los temas más lúgubres sean apartados, que las preocupaciones más grandes se desvanezcan y que los malos momentos recuperen su luz perdida. Eh aquí cuando me planteo la cantidad de sonrisas falsas que una persona puede llegar a recibir al día y aún más gracioso, de enviar.

Sonreír es un acto de expresión de sentimientos que no debería de subestimarse. De nada sirve que te pases el día sonriendo y luego llegues a tu casa y te pongas a llorar. Mi día de hoy ha sido una completa mierda, he discutido con dos personas verbalmente, con dos más mentalmente, y me he quedado con ganas de discutir con otra pero, si se me hubiera ocurrido verbalizar estas tres últimas disputas, hubiera muerto, tranquilo, pero muerto. He sonreído en varias ocasiones, hasta que no he podido más y he acabado al volver a casa en el metro tirado en mi asiento con una desgana apabullante desahogándome con una psicóloga improvisada y sin sonrisa alguna en mi tez. Todo hubiera sido más fácil si no hubiera sonreído en todo el día para hacer que la gente se preocupara menos por mí, al menos habría espantado a alguien y me hubiera ahorrado discusiones. El hecho de fingir los verdaderos sentimientos es una traba a la hora de aguantar el día a día y mostrarte cómo eres es muy difícil cuando lo que quieres es que nadie te hable, ni amigos ni enemigos, nadie, estando tú y solo tú, pero supongo que en esto de aprender a vivir sin coraza hay un camino de aprendizaje bastante amplio que no he terminado de recorrer.

Aunque el hecho de alegrarles a otros el día sonriendo o devolviendo ese pequeño gesto sea importante, no podemos olvidarnos de la sonrisa que realmente hace que esa palabra tenga significado. Esa que te surge cuando estás solo, ya sea porque alguien te ha dicho algo o porque te ríes de cierta situación que te ha sucedido. La misma sonrisa que aparece al recordar algún momento realmente feliz o cuando ves tu cara en ciertas fotos. La sonrisa que uno se dedica a sí mismo, algo socarrona y ciertamente estúpida, pero ante todo, la sonrisa que hace que cualquier día de mierda termine bien.


P.D.: La primavera se acerca, así que iros tomando las pastillas para la alergía del polem que luego da asco ver tanto ojo rojo y tanta gente con moquera. Sí, alegremonos, la estación del amor está aquí. xD

No hay comentarios: