¿Dispuesto a vivir?

Vivir significa enfrentarse a la vida. Reir, discutir, sentir. Enfadarse y alegrarse. Opinar. Aceptar y rechazar. Vivir comprende un término base: luchar. Desear no morir. Querer seguir adelante siempre. Vivir significa querer vivir bien. No dejar que el tiempo pase y morir deprimido. Intentemos hacer que nuestra vida sea mejor. Hablemos... No sé, ¿de vivir?

viernes, 1 de octubre de 2010

Sexo II: Espermatozoides multiusos




Dado mi reciente y bastante sorpresivo descubrimiento de que el mundo está lleno de pervertidos indecentes que ven la palabra sexo y leen lo que sea -sí, premio gordo, mi entrada más leída es la apología del sexo con los trident, no venden los textos profundos, no, vende la carne… ¡Welcome to Spain!- he decido retomar el tema y, para ello, hablaré de… ¡Los espermatozoides! Esos pequeños desconocidos.

Bien, no voy a tratar este tema de forma escatológica pero si aviso de que utilizaré palabros como corrida, semen, lefa… blah, blah. Se trata de una guía básica y rápida para pánfilas y pánfilos respecto al movimiento de esos pequeños cabezones blancos. Para ello cada párrafo romperá ciertos mitos que a lo largo de mi existencia he tenido la desgracia de quizás vivir, y de escuchar en la radio (premio para los de ponte a prueba, que gracias a las llamadas que les hacen existen estas entradas).

1.- ¡Los espermatozoides no nadan!
Una vez escuché por la radio a una mujer, posiblemente rubia cerebral, comentar que había mantenido relaciones sexuales con su novio en una piscina y que estaba atemorizada de poder estar en cinta, pese a que su novio se corrió fuera. ¡Golfa! Primero no me preocuparía de donde se corrió, me preocuparía más del hecho de que antes de llover chispea, y dudo mucho de que usaras cierto artilugio llamado profiláctico en una piscina- seguro que el latex se jode con el cloro-. Así que preocúpate de los espermatozoides intrépidos que se liberaron dentro, no de los pobres ahogados que murieron fuera, porque sí, es increíble, pero los espermatozoides no nadan, pese a que los videos que nos ponen de niños en biología puedan hacer creer lo contrario y, lo que es más acojonante, no tienen ojos. Con lo que a menos que los espermatozoides tengan integrado un GPS en su interior y no mueran ahogados ¡No van a ir a tu vagina por inercia!

2. ¡Es semen, no un puto dentífrico!
Llamó un novio atemorizado, es lógico, yo también lo estaría, porque su novia le pedía eyacular en su boca o en su defecto le hacía correrse en un recipiente que iba directo a la nevera por que usaba ese líquido tan, parece ser, estimulante, para… ¡Blanquearse los dientes! A ver, hija mía, ahora en serio. ¿No te basta con el puto Colgate triple acción con fase extra blanqueadora que anuncian hasta en la tele? Al parecer prefieres un remedio más natural, sí, seguro que también eres vegetariana pero… ¡Joder! Pensemos un poco, si dejarte eyacular en la boca es un poco de cerdas imagínate qué nivel de degradación puedes alcanzar al hacer gárgaras con eso. Aparte de hacerme gracia pese a la tristeza de este hecho no puedo decir nada respecto a la efectividad del tratamiento. Quizás alguien debiera molestarse en investigarlo, imagínate el escaparate del mercadona sin ninguna pasta dentífrica pero con tarros de semen marca blanca con una mujerzuela de sonrisa radiante en la pegatina. Es surrealista de cojones pero, imagínate algo peor… ¡Que de verdad funcione!

3. ¡No te corras en mi cara que llevo lentillas!
Poneos en situación, una adorable mujer de cuerpo escultural con bucles dorados. Ahora imagináosla bizca de un ojo, gritando a grito pelado que le escuece, que se ha quedado ciega, y el novio descojonándose a medio empalmar con esa sonrisita tonta que se nos queda a los hombres tras eyacular. ¡Si te ríes lo que eres es un desgraciado! Las lentillas son una película fina mayoritariamente formada por agua que se adapta al ojo. ¿Te crees que correrte en su cara sin avisar, en su ojo para más inri, dotará a le lentilla de mayor solidez o algo? ¡No! Si ya es jodido que te entre agua en los ojos cuando vas a la piscina imagínate lo que tiene que joder que te entre un liquido denso que además empezará a relacionarse con la lentilla de tu pareja de manera tosca y obscena. No es placentero, tú estás a gusto sí, pero te propongo una aventura… ¡Córrete mientras te raspas contra un cactus cabrón! Así con suerte das tiempo a tu novia, en el tiempo en el que se te cura el pene, de conseguir quitarse las lentillas, dejar de sentirse sucia y ponerse unas nuevas para volver a experimentar lo que es ver.

Hasta aquí este pequeño manual sobre ciertas características de los espermatozoides. Espero que lo disfrutéis. Y por favor, no hagáis nada de esto en casa, por vuestra propia integridad. Gracias.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

ME VOY A HACER FAN DE LA CHICA DEL DENTIFRICO.....XFAVOR QUE LO PATENTE COMO BLANQUEANTE!!!!!!! JAJAJA

Y Q DECIR DE LA DEL AGUA....NO COMENTS!!!!!!!!!!

UN POST MUUUUY BUENOOOO SEÑOR DANY!!!

FMADO: LA GOLFILLA DE TU CLASE Q PASA APUNTES!!!!!!

Anónimo dijo...

Oh, Dios mío...