Con el paso del tiempo todo cambia, nosotros cambiamos.
Según avanza el mundo a nuestro alrededor nos vamos adaptando a las nuevas circunstancias
y, con ello, modificamos nuestro comportamiento, nuestras expectativas,
nuestros deseos.
Habitualmente los cambios en nuestro entorno suelen ser imperceptibles,
otras veces suelen ser bruscos y modifican toda nuestra realidad de formas que
ni imaginábamos. Sin embargo hay algo que cambia constantemente y que a cada
segundo que pasa nos cambia a nosotros: el tiempo.
Según avanza el tiempo nosotros vamos evolucionando. No solo
por los cambios físicos, como esas arrugas que pueden empezarnos a salir o esa
primera cana tan puñetera que nunca esperábamos que apareciera. Inciso, no es
mi caso, con eso de ser rubio creo que mis canas van a tardar en surgir si es
que lo hacen, lo siento, seré tonto pero al menos tendré una cabellera
perfecta.
Uno de los cambios más importantes que trae consigo el
tiempo es el como observamos las cosas. Según avanza nuestra perspectiva de las
cosas que suceden alrededor y como las percibimos varía. Hace un año podrías
haberme preguntado que es lo que buscaba en la vida y os hubiera dicho sin
temor a equivocarme que era el amor. Esa pasión desatada que te embriaga, esa
unión hacia otra persona que la convierte en una necesidad tan importante como
el respirar. Pero las cosas cambian, el tiempo avanza y como se modifica lo que
hay a nuestro alrededor, nosotros también lo hacemos.
A día de hoy y en su mayor parte influenciado por las experiencias
que me he visto obligado a pasar ya no busco el amor. Sé que algún día
aparecerá, por eso de nunca perder la esperanza, pero no me preocupa. En alguna
parte de este basto mundo hay alguien que nos complementa, por el camino vamos
a encontrar a multitud de personas que quizás nos llenen en parte, ya sea en
mayor o menos grado, pero que no son los elegidos. Conformarse está en nuestras
manos, pero hacerlo, en mi opinión, es de una estupidez absoluta, puesto que te
negarías a encontrar lo que realmente está preparado para ti.
No busco el amor, no espero enamorarme ni encontrar al
hombre de mis sueños. Teóricamente ya he encontrado a esa persona dos veces, me
equivocaba por supuesto, y por el camino he hallado multitud de gente que me
llenaba de una forma u otra, pero que no eran esa persona, no eran la persona. Así
que si alguien me pregunta que espero de la vida en este instante, la respuesta
es sencilla: ser feliz.