Ha pasado bastante tiempo desde que empecé este blog. Aproximadamente año y medio, cuando estaba empezando a vivir. Para aquel entonces no sabía lo que era el amor, lo anhelaba, pero no era consciente de lo que realmente implicaba ese sentimiento. Cuando abrí este blog, jamás mi cabeza atisbó todas las vivencias que iban a venir a continuación.
Hay gente que tiene un diario en el cual apunta las cosas que hace cada día yo, sin embargo, tengo este blog. Un completo diario de sentimientos, sensaciones, lecciones y errores. Por aquí he mostrado como he crecido, como he intentado aprender y me he equivocado. Éste blog ha vivido varias crisis familiares, dos momentos en los que rocé la felicidad con los dedos al encontrar el amor y sus dos correspondientes dolorosos finales entre otras muchas cosas. Más de un año de vivencias que han marcado lo que soy ahora. Acontecimientos que han quedado registrados aquí y que espero que, al igual que a mí me ayudan al releerlos, a vosotros os ayuden también cuando os los encontráis por primera vez.
Una lección clara se puede sacar de este sitio, el ser humano no cae dos veces sobre la misma piedra, cae muchas más, infinitas veces más. Yo, como jodidamente humano que me declaro he caído en todas ellas y, aunque ahora intento esquivarlas, algún día vendrá otro golpe, de hecho lo espero de forma inminente. Pero no me preocupo, todo lo que ha pasado en este tiempo me deja una cosa clara: me alegro de ser persona, de sentir y, aun que pueda sonar extraño, no me arrepiento de nada de lo que he hecho. Las cosas que hacemos en su determinado momento creemos que son las correctas, el tiempo decide que no lo son, pero no importa, de eso se trata la vida, de fastidiarla hasta más no poder y de seguir adelante. Lo he pasado bien, lo he pasado mal, pero nada de eso es lo importante. Lo que queda en mí es que he vivido intensamente y jamás me cansaré de ser ese esperanzado loco que cree que todo es posible.
Algo ha cambiado en mí respecto al pasado. Siempre me ha dolido estar solo, lo llevaba como una carga pesada y no me he dado cuenta hasta ahora de lo equivocado que estaba. Tenía esa necesidad por una cosa muy sencilla, no era consciente de que no necesitaba a nadie más. No sé si volveré a tener pareja o no, lo que tengo claro es que a día de hoy no la necesito. He hecho las paces conmigo mismo y me alegra poder confirmar que me soporto. Si algún día surge el amor de nuevo, bueno, ya me conocéis, soy un jodido romántico y si puedo vivir un nuevo drama no me negaré a ello, pero cada vez tengo más bases para hacer que eso llamado relación de pareja salga bien. Para que funcione es necesario quererse y, cada día que pasa, me esfuerzo un poco más en ello, mientras tanto, estoy solo, y he descubierto que eso no es nada malo.
Hay una cosa específica que no ha cambiado en este tiempo a mí alrededor. Pese a todos los cambios que he experimentado, todos los altibajos que he sufrido y todo lo que os ha tocado ayudarme, vosotras, mis amigas, siempre habéis estado ahí. No sabéis cuanto os aprecio y creo que no os lo digo lo necesario. En parte esta entrada es para que lo recordéis, que al igual que siempre estáis ahí para mí, sabéis de sobra que siempre estoy ahí para vosotras, a fin de cuentas soy yo, es algo que sabéis de sobra, si no pudiera ayudaros no me sentiría bien conmigo mismo.
La vida sigue y todos vamos avanzando con ella. No he entrado en una fase de positivismo abrumadora, al contrario, tengo múltiples sombras a mis pies que me recuerdan todo lo vivido, pero tengo otra cantidad ingente de voces susurrándome al oído todo lo que me queda por vivir. Pues de eso se trata todo a fin de cuentas y, la única cosa en esta vida que es realmente nuestra y de la que no debemos arrepentirnos nunca, es de vivir.
Hay gente que tiene un diario en el cual apunta las cosas que hace cada día yo, sin embargo, tengo este blog. Un completo diario de sentimientos, sensaciones, lecciones y errores. Por aquí he mostrado como he crecido, como he intentado aprender y me he equivocado. Éste blog ha vivido varias crisis familiares, dos momentos en los que rocé la felicidad con los dedos al encontrar el amor y sus dos correspondientes dolorosos finales entre otras muchas cosas. Más de un año de vivencias que han marcado lo que soy ahora. Acontecimientos que han quedado registrados aquí y que espero que, al igual que a mí me ayudan al releerlos, a vosotros os ayuden también cuando os los encontráis por primera vez.
Una lección clara se puede sacar de este sitio, el ser humano no cae dos veces sobre la misma piedra, cae muchas más, infinitas veces más. Yo, como jodidamente humano que me declaro he caído en todas ellas y, aunque ahora intento esquivarlas, algún día vendrá otro golpe, de hecho lo espero de forma inminente. Pero no me preocupo, todo lo que ha pasado en este tiempo me deja una cosa clara: me alegro de ser persona, de sentir y, aun que pueda sonar extraño, no me arrepiento de nada de lo que he hecho. Las cosas que hacemos en su determinado momento creemos que son las correctas, el tiempo decide que no lo son, pero no importa, de eso se trata la vida, de fastidiarla hasta más no poder y de seguir adelante. Lo he pasado bien, lo he pasado mal, pero nada de eso es lo importante. Lo que queda en mí es que he vivido intensamente y jamás me cansaré de ser ese esperanzado loco que cree que todo es posible.
Algo ha cambiado en mí respecto al pasado. Siempre me ha dolido estar solo, lo llevaba como una carga pesada y no me he dado cuenta hasta ahora de lo equivocado que estaba. Tenía esa necesidad por una cosa muy sencilla, no era consciente de que no necesitaba a nadie más. No sé si volveré a tener pareja o no, lo que tengo claro es que a día de hoy no la necesito. He hecho las paces conmigo mismo y me alegra poder confirmar que me soporto. Si algún día surge el amor de nuevo, bueno, ya me conocéis, soy un jodido romántico y si puedo vivir un nuevo drama no me negaré a ello, pero cada vez tengo más bases para hacer que eso llamado relación de pareja salga bien. Para que funcione es necesario quererse y, cada día que pasa, me esfuerzo un poco más en ello, mientras tanto, estoy solo, y he descubierto que eso no es nada malo.
Hay una cosa específica que no ha cambiado en este tiempo a mí alrededor. Pese a todos los cambios que he experimentado, todos los altibajos que he sufrido y todo lo que os ha tocado ayudarme, vosotras, mis amigas, siempre habéis estado ahí. No sabéis cuanto os aprecio y creo que no os lo digo lo necesario. En parte esta entrada es para que lo recordéis, que al igual que siempre estáis ahí para mí, sabéis de sobra que siempre estoy ahí para vosotras, a fin de cuentas soy yo, es algo que sabéis de sobra, si no pudiera ayudaros no me sentiría bien conmigo mismo.
La vida sigue y todos vamos avanzando con ella. No he entrado en una fase de positivismo abrumadora, al contrario, tengo múltiples sombras a mis pies que me recuerdan todo lo vivido, pero tengo otra cantidad ingente de voces susurrándome al oído todo lo que me queda por vivir. Pues de eso se trata todo a fin de cuentas y, la única cosa en esta vida que es realmente nuestra y de la que no debemos arrepentirnos nunca, es de vivir.