¿Dispuesto a vivir?

Vivir significa enfrentarse a la vida. Reir, discutir, sentir. Enfadarse y alegrarse. Opinar. Aceptar y rechazar. Vivir comprende un término base: luchar. Desear no morir. Querer seguir adelante siempre. Vivir significa querer vivir bien. No dejar que el tiempo pase y morir deprimido. Intentemos hacer que nuestra vida sea mejor. Hablemos... No sé, ¿de vivir?

sábado, 24 de noviembre de 2012

Soy yo


Nunca pierdas la esperanza. Si hay una frase que define mi vida y me forma de pensar es esa, la misma que llevo tatuada en el brazo y que, cuando las cosas se ponen más difíciles, me gusta mirar, intentando de alguna manera que me diga la forma de continuar, la mejor opción de seguir adelante o, al menos, de que recuerde que no debo rendirme.

No sé lo que me ha pasado con el tiempo, realmente intento averiguarlo pero no llego a entender que es lo que ha sucedido. No siento. No en el sentido literal de dicha frase, si me doy un golpe contra una esquina con el pie descalzo, créeme que hasta mi vecina va a enterarse de que siento. Es algo más interno, algo dentro de mí que me impide realmente llegar a permitir que alguien me llegue, una especie de vacío en el pecho que se ha llenado con hormigón tras tantos golpes. Quizás para mi edad, 22 años para aquel que no lo sepa, suene un poco dramático, sin embargo tengo ese sentimiento. He vivido mucho, para el punto en el que estoy demasiado y, de alguna forma, he sufrido y sonreído en muy poco tiempo lo que a otros les hubiera costado décadas.

Solía achacar mi vacío a heridas internas. Suponía que aún necesitaba más tiempo, la única cosa que al parecer he descubierto que tengo a mi entera disposición. Sin embargo, tras analizarlo todas las heridas abiertas, ya han sido cerradas, unas sin dejar cicatriz y otras dejando tales marcas que ni la mejor cirugía lo arreglaría. Tras eso me planteé si me había acorazado de nuevo. Sí, como antiguamente había hecho para evitar sentir, había creado una especie de protección, algo que hiciera que todo se mantuviera a parte. Tampoco ha sido así.

Soy yo, en el sentido general y más estricto de la palabra, yo. No se trata de un personaje interpretando un papel maestro con el fin de no resultar herido. Al contrario, no temo a las heridas, las he vivido, las he sufrido y las he superado. Es algo más, algo más que no puedo explicar y que no importa cuanto piense sobre ello, no parece haber solución. Soy más yo que nunca, con todas las consecuencias buenas y malas que eso acarrea en cualquier tipo de relación, pero no me arrepiento, te ahorras crear falsas esperanzas y engaños, te permites vivir mejor contigo mismo y no arrepentirte de todo, vivir así no era vivir.

Exacto. No me arrepiento de nada. Soy yo. No tengo una coraza. No estoy herido. Es algo más, quizás simplemente sea el sutil paso del tiempo dejando huella en mi carácter. No lo sé. En otras circunstancias me preocuparía más pero, a día de hoy, no es necesario. Se arreglará, no seré yo el que pierda la esperanza.

miércoles, 14 de noviembre de 2012

Te lo has ganado





No te rindas. Aun que creas que no te queda nada por lo que luchar, aun que pienses que realmente no vas hacia ningún sitio. Es probable que estés perdido, todos en esta vida nos perdemos más de una vez, sin embargo, hay una parte buena en todo eso de perderse. El hecho de volver a encontrarse.

Puedes creer que no puedes más, que no eres capaz de soportar todo. No te hundas, sal a la superficie, lucha, aun que seas la persona más negativa del mundo. Una vez estás hundido, ahogándote, es cuando debes dejar de preocuparte. La salida es sencilla. Sube. Cuanto más caes, más duro va a ser el ascenso. Vas a tener que esforzarte, que aguantar, que soportarlo.

Compensa. Al final todas las penurias que puedas pasar, todas tus preocupaciones, tus sueños rotos, las desilusiones, todo, todo lo que acaba mal, compensa. Porque en la vida hay épocas de subida y épocas de bajada y, por mucho que creas que desciendes en picado, no te engañes, volverás a subir.

Todos luchamos por nuestros objetivos, por querer demostrar quienes somos, por no ser alguien más. Si no lo haces estás muerto. No en el sentido literal de palabra, sino en algo más metafórico. De nada sirve ser uno más en el camino. Hay que ponerle ganas, seguir adelante. Recibir los golpes, caer y levantarse, devolverlos. Mantenerse en pie, guardar lo compostura y caminar hacia nuestros objetivos. Que nadie te detenga, no dejes que ningún inepto te impida de alcanzar tus sueños.

No acarrees con cargas. Busca a alguien que te complemente, que te entienda, que te haga sentir completo. El sexo es solo sexo, no necesitas soportar las lástimas de alguien para simplemente tirártelo. No te molestes, ya te digo desde ya que acabará mal, llorarás y ese no es el objetivo. Intenta enamorarte de aquel que te haga feliz, pero descuida si se entrega muy pronto a ti, miente y, posiblemente, termine mal, la experiencia me lo ha demostrado. El amor no surge en dos días, no surge en un mes, el roce hace el cariño y, el tiempo hace aparecer el amor.

Esfuérzate, no te rindas. Nada de infravalorarse, sabes de lo que eres capaz, no te engañes, no te mientas para auto compadecerte, ponte de pie, supérate, mira al frente. Sigue adelante, no dejes que te retrasen, no pises cabeza, pero no te dejes pisar. Esquiva las zancadillas y no te interpongas en el camino de nadie, el karma no existe pero el golpe te lo vas a llevar igual. Sonríe, busca aquello que te haga feliz y, al final del día, mantén la cabeza alta, te lo has ganado.