¿Dispuesto a vivir?

Vivir significa enfrentarse a la vida. Reir, discutir, sentir. Enfadarse y alegrarse. Opinar. Aceptar y rechazar. Vivir comprende un término base: luchar. Desear no morir. Querer seguir adelante siempre. Vivir significa querer vivir bien. No dejar que el tiempo pase y morir deprimido. Intentemos hacer que nuestra vida sea mejor. Hablemos... No sé, ¿de vivir?

lunes, 27 de diciembre de 2010

Conclusiones



Todo en la vida tiene un inicio y un final, incluso la propia existencia. Uno de los grandes hechos que puede dictar como termina algo son las conclusiones previas a su acontecimiento. Esto me lleva a pensar en algo que necesito con mucha ansia. Conclusiones. Tanto de otros, como mías propias.

Continuamente he vivido en una travesía del blanco al negro y he de reconocer que ha sido un viaje más oscuro que claro. Por todos es conocido, y basta creo que con leerme, que me encanta el melodrama. No el de las películas tristes actuales, no, el de finales desgarradores que provienen de más lejos aún, como Romeo y Julieta o, algo más cercano, el de Moulin Rouge. Involuntariamente siempre he intentado introducir el drama en mi vida. Esto ha provocado que sea extremadamente pesimista y que, involuntariamente, haga que todo acabe de forma trágica, influenciando a todas las conclusiones que desencadenan un final en mi vida a terminar mal. Me he cansado, como todos nos acabamos cansando de las cosas que nos rodean, y es por ello que quiero poner acontinuación varias cosas que van a hacer que mi vida cambie drásticamente y que, si terminan de la forma adecuada pueda ser feliz.

Siempre me han gustado los chicos malos. Los malos de película y los amores que crean. De esos en los que sufren ambas partes, en los que lloras y sonríes, pero lloras más. Me he dado cuenta de algo, no me gusta. Puede gustarme llorar el ver los dramas ajenos de las películas, pero cuando te pasa duele, lleva doliéndome casi un mes. Así que con respecto a mí, ésta es mi primera y única conclusión de esta entrada, pero que hará que cambien muchas cosas. Adiós a la oscuridad en mi vida. Voy a intentar que entre algo de luz. Voy a pretender ser mejor persona yo y, cuando se trate de buscar a quien te acompañe para toda la vida, alguien que me ciegue, que me aferre a él por mis sentimientos y no por sus piques. Bienvenido el optimismo, quizás si empiezo a ver las cosas con claridad no terminen mal, ya me cansé de escudarme en que si eres pesimista no pueden sorprenderte las cosas, necesito algo de luz.

Con respecto a las conclusiones que han de tomar por mí, preparaos, que la lista es grande y todo lo que acarrean es bastante imponente. De primeras, aún no sé si me van a dar la beca, me han contratado en Antena 3 pero aún tengo que firmar el contrato, así que tampoco es seguro, la comunidad de Madrid tiene que darme el visto bueno para que, de una vez por todas, pueda pasar a independizarme del todo con gente que ya solo con el carisma que desprenden me hacen sonreír y, finalmente, me tienen que dar el día 30 la receta de las pastillas que me van a permitir dejar de fumar de una vez por todas. Vamos, que, como todo esto pase y salga bien, voy a ser feliz durante bastante tiempo.

Así que ahí están las conclusiones que me afectan a mí ahora mismo y que no me dejan dormir de lo que rondan mi cabeza. Solo esperar puesto que no puedo hacer más. Pero no puedo evitar ponerme nervioso. Entre tanta oscuridad estoy viendo la luz, y no paro de correr tras ella para por fin tener al menos un final feliz.


*Nota: Foto by Mary Flutox

lunes, 20 de diciembre de 2010

Feliz navidad


Estoy perdido de tanto cambiar cosas de mí, ya no me encuentro y, atención a los intrépidos, que aun encima vienen las navidades.

Las navidades son una fecha para celebrar, llenas de reuniones familiares, villancicos, sonrisas, y mucha mierda.

Mi familia es especial en esto de la mierda. En todas las familias hay trapos sucios y alguien que sonríe falsamente. En la mía esto se multiplica por doce. Cuando era pequeño me gustaban las navidades por todo lo que conllevaban, ahora me dan asco. He descubierto por que mi padre no habla, porque mi madre siempre intenta desaparecer en mitad de la cena o estar el mayor tiempo en la cocina y porque mi hermana literalmente se esfuma. No puedo evitar sentirme orgullosos por ellos por que, en vez de enfrentarse al problema, lo rehúyen y lo consiguen. Yo no, claro, yo sonrío. Cuando debería callarme, sonrío, en el momento que debería alejarme un rato, sonrío y cuando siento que sobro y las arcadas me vienen a la garganta, joder, sonrío de nuevo. Cuando eres pequeño las cosas brillan, todas esas sonrisas como ahora lo es la mía crees que son de felicidad. Que idiotas somos cuando somos niños.

Cuando la familia se reúne por mero trámite es un poco bochornoso el espectáculo, igual que lo es cuando entre las personas que realmente quieres estar sientes que sobran varias.

Solo hay una cosa que me tranquiliza, que al menos las bromitas ante mi sexualidad y los apelativos estúpidos que oigo día a día cesan. Con eso de que mi padre no sabe lo mío todos se callan y me encanta a la vez que me jode. Si mi padre lo supiera y me trataran como hacen diariamente, sonreiría de verdad, porque otra cosa no, pero que le falten el respeto a su hijo hace que se le revuelvan las tripas, e iban a ser una hermosas navidades sangrientas, con muchas ostias y un grito alegre común a la mayoría: “a la puta calle”.

Luego está el hecho de pasar otras navidades solo, sin pareja, ya estoy acostumbrado pero habiendo roto hace tan poco tengo cierto resquemor acumulado, de ahí que esta entrada este llena de pullas, de alguna manera tengo que desahogarme… (El intentar dejar de fumar no está ayudando...) Me va a costar sonreír en estas fechas pero lo haré, solo son tres días malos, nada más que tres y, tras eso, pasaré el año nuevo con la familia que realmente aprecio, y sonreiré de añoranza y de con sentimiento de verdad. Quizás no me encuentre ahora mismo ,pero puede que aun así pueda ser mínimamente feliz hasta que me adapte.

Dame fuerzas dios, si es que existes…

P.D: Feliz navidad a todos, y espero que realmente las paséis con la gente que queréis.

domingo, 12 de diciembre de 2010

Lista clausurada



Hace unos años, aproximadamente tres, cuando aún era un niñato, decidí hacer algo que marcaría mi posterior evolución como persona. Un gesto idiota, en cierto tono de jacta, pero que en el fondo me marcó: Hice una lista.

No se trata de una lista cualquiera, se trataba de una lista digna del mejor cazador. En ella no había nombres, simplemente había datos sueltos, la edad de todos los sujetos, medidas físicas, quizás algún detalle sobresaliente en su actuación y fin. La cosa más jodidamente fría que he podido hacer en mi vida. No aparecían personas, aparecían víctimas.

Llevaba varios meses sin actualizarla, tenía una razón para no hacerlo. Sin embargo ayer volví a abrirla y escribí en ella. El número 40. Fue distinto ésta vez, fue un paso duro pero conseguí darlo. ¿Que lo hizo diferente a la veces anteriores? En la descripción en vez de datos sueltos escribí un par de oraciones completas. Pero eso no cambió el resultado, lo convertí en uno más, uno más como el resto, uno más del montón.

No puedo negar que me doliera hacerlo, pero sentí una liberación inmensa. Se trataba del último paso para poder respirar de verdad, pero se convirtió involuntariamente en algo más. El tener una lista es algo frívolo, que hace que carezca de sentimientos y cualquier tipo de emoción. Que vea al resto como carnaza en vez de personas ha hecho que eso me contenga emocionalmente. Así que he hecho algo que jamás me planteé. Ya no habrá víctimas, pues las personas que conozco apartir de ahora quedarán en mi cabeza si es que lo merecen, así que he clausurado la lista.

Está terminada, con ese último número termina mi último atisbo de insensatez precoz. Quizás pueda parecer una idiotez el dejar de escribir en un papel pero cuando ese papel te ha acompañado durante años y jamás ha parado de recordarte en lo que te estabas convirtiendo es ,como mínimo, bastante duro.

Ya no soy ese vividor sin sentimientos y este es el primer paso hacia mi felicidad. Me he cansado de negarme un futuro cuando siempre lo he tenido ahí. He quedado exhausto de vivir una rutina interior que me destruía y me quemaba por dentro, así que esta es mi oportunidad. He conseguido verme en la foto de mi futuro y tengo una cosa clara que quiero hacer ahora que no tengo esa lista: quiero sonreír, quiero saber esperar, sufrir, llorar, alegrarme de verdad. Quiero, en definitiva, sentir.

martes, 7 de diciembre de 2010

Tablas



Hay batallas en las que ni se gana ni se pierde, se trata de decidir. Es un tipo de peleas en el que el que decide como terminan eres tú y solo tú. Es el mismo tipo de guerras en las que no hay vencedores ni vencidos, ganadores ni perdedores, a menos que decidas posicionarte.

Ahora mismo, tras varios días de pelea interior, me encuentro en tablas, he conseguido un empate para mí. Un corazón roto es solo una fase. La primera vez que te pasa es duro, y cuando más que romperlo lo revientan con un bate, lo es aún más. Sin embargo hay que pensar en positivo. No se trata de simplemente llorar hasta que no te queden más lágrimas que soltar. Se trata de aceptarlo y afrontarlo.

Ya no lloró, siento una tremenda añoranza y mi corazón sigue latiendo. Estoy vivo, y me estoy regenerando. Al igual que hace años entregué una parte de mi corazón a alguien, ésta vez me ha sucedido lo mismo. ¿El problema? Soy distinto a aquel entonces. Lloré, porque era un crío, me sentí solo, porque no tenía a nadie, y así durante meses. La primera vez me sirvió para cambiar y pasé a ser un adolescente loco, demasiado. Ésta vez lo estoy afrontando de otra manera, he llorado, pero he sido capaz de mantener las lágrimas a raya y para nada me he sentido solo, he tenido multitud de amigos a mi alrededor apoyándome, si hiciera una lista de ellos me ocuparía una entrada completa, así que eso para otra vez.

De nuevo he vuelto a cambiar y he pasado de ser ese adultescente loco a un verdadero adulto, estas situaciones te ayudan a madurar. Estoy más tranquilo y mi mente se ha vuelto más fría, con los pies en el suelo y siendo consciente de la realidad. Me he cansado de ir andando de puerta en puerta, me he cansado de ir cazando víctimas de forma furtiva y, pese a que salga alguna decente, terminar igual, solo y sintiéndome solo. Las relaciones sexuales esporádicas parecían ser lo que me mantenía en pie. Ya no, lo que utilizaré para no sentirme solo es lo que siempre he tenido y nunca he querido ver, a mis amigos. Los que nunca me han dejado solo, los que en vez de destrozarme me han ayudado a continuar adelante, los que me han demostrado que siempre estarán ahí. Amigos de verdad, que pese a mis lágrimas me permitían sonreír y me ayudaban a hacerlo.

En definitiva, me estoy arreglando, sigo pensando en lo que pudo ser y nunca será pero he llegado a una conclusión clara: Mi mitad está por ahí, ella nunca me abandonaría, así que no, me equivoqué, ésta no era mi mitad. ¿Cuándo aparecerá? Ni idea, pero ésta vez no iré a buscarlo, dejaré que aparezca, y cuando lo haga, sonreiré.